domingo, 24 de julio de 2011

Cenicienta

Había una vez una niña llamada Cenicienta quien vivía muy feliz con su padre y su fiel amigo, un perro llamado Manchas. Un día, su padre decidió casarse con una mujer muy hermosa, a Cenicienta le agradó la idea ya que no quería que su padre estuviera solo. Esta mujer hermosa se llamaba Dulce, el matrimonio decidió adoptar a dos niñas a las que llamaron, Beatriz y Roberta, eran dos años mayores que Cenicienta.

Cuando Cenicienta cumplió 18 años su padre se suicidó. Ese día fue el más triste para ella. Su madrastra y sus hermanastras la consolaban. Paso un año y Dulce protegía mucho a Cenicienta, en cambio sus hermanastras tenían celos de ella ya que no eran muy agraciadas y Cenicienta era hermosa. Un día fueron a una fiesta de su escuela. Ese día Cenicienta conoció al chico de sus sueños, un joven apuesto, alto… todo un partido, ella decidió acercarse a él para ver si lo podía ligar y… cuál fue su sorpresa, lo logró, le dijo que se llamaba Fernando y pudo sacarle el número de teléfono y hasta su facebook, ella estaba muy contenta y no se dio cuenta que a sus hermanastras también les gustaba ese chico.

Fernando era un chico mayor y estaba a punto de terminar su carrera universitaria, por lo que le dijo a Cenicienta que le enviaría la invitación de su fiesta de graduación; ella sonrió y contestó que sería un placer poder acompañarlo ese día tan especial.

Los meses pasaron y el gran día se acercaba. Cenicienta solo soñaba en estar en la graduación y con portar un vestido de noche hermoso, pero lo que no sabía es que Beatriz y Roberta estaban ideando un maquiavélico plan.

El gran día llego. Por fin vería a su amor. La madrina de bautizo de Cenicienta, llamada Rosa le compró un vestido bellísimo. La madrastra le puso de condición a Cenicienta para ir a la fiesta el que debería de llevar a sus hermanas, ella accedió sin poner pretextos… sólo le importaba estar ya en la fiesta.

Ya en el festejo, mientras Cenicienta perreaba con Fernando Beatriz y Roberta pusieron droga en la bebida de Cenicienta. Cenicienta le dijo a Fernando que la esperara un momento que quería ir a tomar algo porque le había dado sed, él le respondió que sí, que no habría problema, que el iría a brindar con sus amigos. Beatriz y Roberta le empezaron a hacer el típico corito de –fondo fondo fondo- y Cenicienta se hecho de fondo su bebida. Dos minutos después se empezó a sentir mareada y sus hermanastras la llevaron al tocador para que se refrescara; de pronto se quedó inconsciente la dejaron ahí y le pagaron a Ramón, un chavo que se encontraba en la fiesta, para que fuera y abusara de ella.

Cuando Ramón entró al baño, las hermanastras fueron por Fernando y le contaron que Cenicienta se había metido al baño con un tipo y que a ellas no les parecía que fuera tan zorra. Fernando fue a comprobar lo que le habían dicho y encontró a Ramón y a Cenicienta medio desnudos, lo único que pudo hacer en ese momento fue darle un golpe a Ramón y salir de la fiesta. De lo que Fernando no se percató es de que Cenicienta empezaba a despertarse y de que trataba de alejar a Ramón.

Una semana después, Cenicienta se enteró de lo que había pasado esa noche y de lo que le hicieron sus hermanastras. Cenicienta le conto a Dulce lo que había pasado. Dulce reprimió fuertemente a Beatriz y a Roberta e hizo que le dijeran la verdad a Fernando; ellas ya no tuvieron otra opción que contarle todo. Al saber la verdad, Fernando le pidió disculpas a Cenicienta e incluso le propuso matrimonio, ella accedió. El día de la boda llegó. Ella traía puesto un vestido de novia con el que daba la impresión de ser toda una princesa, su madrina Rosa la ayudó a arreglarse.

Cenicienta y Fernando irradiaban una felicidad enorme, Cenicienta fue en busca de su Madrastra para agradecerle la fiesta tan linda que le preparó, un mesero le dijo que Dulce estaba en la cocina, ella se dirigió ahí y escucho cuando su Madrastra le decía a un señor que todos esos años la había pasado increíble con él y que casarse con el padre de Cenicienta fue lo mejor que pudo hacer ya que por ser un hombre débil no soportó enterarse que le ponía el cuerno y se quitó la vida y así le dejó la fortuna y el camino libre para darle vuelo a la mala cosa y se carcajeó con una risa malévola. Cenicienta entró en cólera y le reclamó a Dulce lo que le había hecho a su padre, su madrastra le respondió que así era la vida y que no se arrepentía de engañar a su padre, Cenicienta sin pensarlo tomó un cuchillo y se lo encajó a Dulce, hiriéndola de muerte.


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