domingo, 24 de julio de 2011

Retumbaban en mi cabeza una a una tus

, eran veneno.
levanté la mirada y cerré los ojos , mi piel se quemaba con el calor calcinante de tus manos y de las llamas de tu aliento. Durante un largo beso tus labios estaban helados , me levanté del piso, tus ojos parecían vacíos … comencé a recorrer el lugar , los muros eran de papel y se estrechaban cada vez más, convirtiéndose en pequeños

, la desesperación recorría mi cuerpo.
Comencé a arrastrarme por el suelo. De mi boca solo brotaban

blanquizcos que se movían por mi garganta y me impedían gritar. La desesperación me invadió, solo veía como la piel se desprendía de mis huesos…
No podía ver nada, todo estaba obscuro, mi ropa estaba llena de tierra y mi vestido estaba manchado de sangre.
Y recordé todo.
La imagen de Alejo llegó a mi cabeza como niebla espesa, recordé como le supliqué que no me dejara, como gritaba con impotencia que se quedara; pero no lo hizo, solo se marchó y yo no podía dejar de llorar: ya no quería sentir dolor. Rompí una botella y comencé a desgarrarme los brazos con los vidrios … lo esperé sentada en las escaleras mirando por la ventana la lluvia de una noche fría; pero él no regreso. La casa estaba

, sentía tanto miedo que tomé unas pastillas para dormir, no quería pasar una noche más en la obscuridad sin él, el sueño alivio mi profunda soledad y me encerré en un baúl. Así termino todo.
Ya no vería más a Alejo, no se cuanto tiempo más estaría aquí encerrada, olvidada, sola pero ya no sufriría mas, no podría dejarme , estaba en paz . Era feliz con mi decisión ...........

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